Palabra que fluyes a borbotones
en las mentes de seres marginados,
y despiertas por todos los rincones
la modorra de pueblos olvidados.
Tú, que pululas otras dimensiones
y traes alivio al desamparado,
dime: ¿Cuántas han de ser tus misiones
en este universo ya cansado?
Tú, que como las cuentas de un rosario
te deslizas en las manos esclavas
de este mísero pueblo tumulario.
¡Enardece y rebulle mis entrañas
para cantar el himno libertario,
y que retumbe el trueno en las montañas!
Alice J. Vargas
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1 comentario:
Alice, muy bueno este soneto, tiene mucha fuerza y despierta al oprimido, al postergado, al marginado... La palabra, es el arma infalible, la espada más noble, la coraza perfecta. Tus palabras son justas y claras. soy desde ahora seguidor de tu blog y desde el mío, http://saltanuestracultura.blogspot.com también voy a ser seguidor. Gracias. Quebracho.
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